Es un derecho y una responsabilidad básica de cada miembro decidir por sí mismo a qué miembros de la Asociación puede pedir consejo y recomendaciones en relación a cualquier asunto, incluyendo, pero sin limitarse a, la educación, la asistencia física, espiritual y de salud mental, legal o de cualquier otro tipo, y aceptar de esos miembros todas las recomendaciones, consejos y toda la información que considere que puede proporcionarle la asistencia que necesita.